Los secretos...

¿quien está más alejado del conocimiento que aquel que resguarda el acceso a las puertas del mar de sabiduría?

lunes, 28 de junio de 2010

La niña G. estudiante de Tarot

De esta manera empiezo este nuevo espacio, que gusto compartir este sentir que me ha dado el Tarot

Creo que la llegada de Júpiter transitando por mi casa sexta me abrió las puertas a la experiencia de impartir clases de tarot a una niña, G es bastante delgadita, inteligente, pero aun su joven mente tiene mucho que adquirir para que pueda distinguir el camino que puede desarrollar.
Sólo tuve una estudiante lo bastante madura con un bagaje cultural que fácilmente podría rebasar el mío, su ventaja es casi opuesto al caso de G., nuestras clases se ven “obstaculizadas” cuando muchos conceptos los desconoce y el valor de su contexto son bastante importantes para captar las claves de entendimiento de los arcanos mayores y menores; pero el obstáculo no es más que una ilusión. Creo que como su maestro, esta circunstancia me obliga a volver a mis propias bases gnoseológicas del tarot, históricas de la humanidad, y conceptos que me obligan a retomar la cultura que esconde cada carta; al prepararme como maestro de esta niña me obliga a volver a ser estudiante, ¿qué mejor manera?
Una de las primeras barreras las cual tomé por los cuernos la clase del viernes pasado fue incitarla a comprender lo que lee, ya que en me ha demostrado que tiene la capacidad de sentarse a leer lo que le pido (claro, me apoyo por ahora, en un libro para niños de mitología) y otros textos pequeños; ella me hizo concluir en que su concepto de lectura es unir las palabras y recordarlas memorísticamente. Para rebasar esa circunstancia tuve que recordar las palabras del maestro de civismo en la secundaria: entender por párrafos. Así comenzamos, con técnicas para primaria, resumiendo o poniendo en palabras propias las ideas principales.
Apenas vamos a llegar a la decena de sesiones. Su interés en parte es mi tarea sesión a sesión de re-encontrar esa primera motivación que mostró a sus padres desembocando en mi contratación.
Ella:
He escuchado varias veces la expresión entre padres, maestros y tutores algo semejante a la expresión “es que los niños vienen revolucionados”. Yo creo que efectivamente que los niños pueden reflejar niveles de conciencia que el propio entorno necesita; aunque el caso de la pequeña G. se podría explicar mejor sus pautas de comportamiento sustentando astrológicamente que pertenece a una generación de “genios” o genialidad mental, no tanto artística, ya que pertenece a la generación de Urano en Acuario. La pequeña G. sí es una genio, por lo tanto está predispuesta a enfrentarse a la sociedad, llorar por esta, y revolucionarla; o proponer, por lo menos, ideológicamente, un cambio significativo en la misma; pero como se ha visto en historias de varios genios, tienden a la excentricidad, a los excesos que esta sociedad puede confundir como virtud(es).
Sencillamente la práctica sana del tarot debe llevar entre sus bases el auto respeto, amor propio, y entendimiento de los ciclos, como: vida y muerte, día para actividad y noche para el reposo; tan sencillo como entender el ritmo del mar, fuente de vida.
Creo que el Tarot para G le puede enseñar sobre todo un equilibrio mental, también más adelante una herramienta para su psiquismo como adolescente y si continua, un instrumento para su desarrollo personal